AÑO 2023, "MEDITAD EN VUESTRO CORAZON"
SI VAS A SERVIR A DIOS, MEDITA...
...COMO LO VAS A SERVIR
PROFECIA, AÑO 2023
"Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová." Hageo cap. 2, vers. 15
Nuestro Señor Dios, ha mandado que se levante el altar espiritual de la iglesia de nuestro señor Jesucristo, porque la verdadera adoración del pueblo de Dios, ha sido cambiada por la Apostasía de este tiempo, que es negar la fé en Dios.
Nuestro Dios ha mandado que la iglesia se humille delante de Él, 2a. de Crónicas cap. 7, vers. 14: "Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra,"
Y esta humillación, sólo se logra a través de la obediencia a su palabra, en oración diaria de madrugada, con ayunos, alejandose de las prácticas del mundo y haciendo un compromiso de los creyentes de su pueblo con Él, dandole toda la prioridad de nuestras vidas en todo lo que hacemos y en todo lo que tenemos, no faltando a ningún culto en nuestras iglesias ni a ninguna actividad de la Iglesia, como dice la escritura en el libro de los Hebreos capítulo 10, vers. 25: "no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca."
Porque todo esto que hacemos para Él, es una preparación para la última cosecha de almas en la tierra y requiere un Poder sobrenatural que Dios le va a dar a su Pueblo para enfrentar al enemigo de las almas que se está manifestando en la gente con mucha violencia, con homicidios, suicidios, homosexualidad, vicios, destrucción familiar y tanta maldad que no puede ser vencida mas que con la consagración y santidad de la iglesia
Si hay alguien que quiera salvarse y servir a Dios, debe entregar su vida completamente a Dios y estar dispuesto a renunciar a trabajos, escuelas, familia y todo lo que se oponga a tener libertad para acudir al llamado de Dios en cualquier situacion, momento e inclusive, en cualquier lugar. Lucas cap. 9, vers.: "23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará."
Lucas cap. 14, vers.: "26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Ahora, este mandato no significa que debemos abandonar a nuestras familias, sino que cumpliendo con todas nuestras obligaciones familiares, le demos el primer lugar a Dios y de esta manera, en el tiempo y el orden de Dios el acomodará todas las circunstancias, para que nosotros le sirvamos como el quiera, si fuera necesario para que algunos de nosotros seamos misioneros o sirvamos en otro lugares. Pero el orden de Dios, siempre va a ser, primero Dios, después nuestra casa, después nuestra iglesia y al final la ciudad donde vivimos o el lugar donde Dios nos lleve. Hechos cap. 1, vers.: "8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."
Es necesario levantar el altar caído de nuestro corazón, porque es el primer altar que tenemos que levantar para que sea una verdadera adoración a nuestro Dios en todo lo que hacemos. Esto es mas que arrepentirse de nuestros pecados, sino que además también requiere de cambiar y convertirse de a deveras en espíritu y en verdad, que muera de a deveras el viejo hombre de pecado en nosotros y que nazca una nueva criatura en Cristo Jesús.
El otro altar que hay que levantar es el de nuestras casas, viviendo la Palabra de Dios en nuestras vida y nuestras familias, aunque algunos de nuestros familiares no la vivan, sino que los que tenemos que vivirla somos nosotros aun cuando nuestros familiares no sean convertidos, dando testimonio a ellos.
Por consecuencia, viviendo nosotros la Palabra de Dios en nuestras vidas y en nuestras casas, será mas fácil levantar el altar de la iglesia.
No podemos servir a Dios, sin vivir su palabra
Cualquiera que decida servir a Dios, tendrá que consagrar su vida completamente y esto significa estar dispuesto a pagar el precio que se requiere para limpiar nuestras vidas y morir si es necesario por causa del evangelio.
El Señor merece lo mejor de nosotros porque el nos ha dado lo mejor de ÉL, nos dió a su hijo Jesucristo y así nuestro servicio a Él, debe ser el mejor en tiempo, calidad y en amor para su obra.
Dice la palabra de DIos, que hay instrumentos de honra pero tambien los hay de deshonra que sirven a Dios y por causa de la apostasía de este tiempo casi no hay vasos que le sirvan en santidad.
Todo el que quiera servir a Dios, debe pensar muy bien como le va a servir a Dios en este tiempo, porque hay muchas falsas doctrinas, muchos malos testimonios y el mundo se ha metido en la Iglesia.
Tiene que haber un cambio drástico en nuestra forma de servir y adorar a Dios, tenemos que enseñar a la Iglesia a respetar a nuestro Dios no solamente en las reuniones sino tambien en nuestra manera de vivir en todos lados, que el pueblo sepa que Dios es el primer lugar en nuestras vidas, que debemos estar comprometidos con Él, mayormente que con nuestras familias, que con nuestros trabajos, con nuestras escuelas o toda actividad que realicemos en nuestras vidas.
Debemos enseñarle a la Iglesia, que estamos en tiempo de arrebatamiento y que por ningún motivo podemos descuidar nuestra vida espiritual. Que es el tiempo en que tenemos que tener un mayor cuidado con nuestra relación con Dios, porque en cualquier momento viene nuestro Señor Jesucristo por su Iglesia.
Las enseñanza de este tiempo en la Iglesia debe ser principalmente de advertencia, que cualquier pecado por pequeño que sea, nos quita la salvación, que Dios no escucha nuestra oración si estamos en pecado y que ya no es suficiente arrepentirse y arrepentirse en cada culto si no cambiamos y somos convertidos de nuesta maldad. Este es el tiempo de santificación y que no ya no hay mas tiempo para seguir siendo iguales a como hemos sido, pecando, arrepintiendonos y volviendo a pecar sin cambiar.
Juan cap. 9, vers.: 31 "Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye."
Es el tiempo de decirle a la Iglesia, que la falta de diezmar se llama robo y que es necesario dejar de robar para salir de nuestro pecado y que los que roban al Señor no entrarán al reino de los cielos. De tal manera que esos hermanos que tienen años en el Evangelio y que nunca diezman, no entrarán en el reino de los cielos y además su oración no es escuchada por Dios si no se arrepienten de su pecado.
Santiago, cap. 2, vers. 10: "Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos."
En este tiempo muchos pastores dicen que el diezmo es del antiguo testamento y que ya no se debe diezmar, haciendo que muchos hermanos por su avaricia no obedezcan aL Señor y muchos van a ser condenados por esta falsa doctrina. En el nuevo testamento nuestro Señor Jesucristo les mandaba a los fariseos diezmar: Mateo cap. 23 vers.: "23¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
También es tiempo de procurar que el Espíritu Santo llene a los hermanos que no hablan en lenguas, para que la Iglesia completa sea dirigida por el Espíritu Santo, recordando que para el rapto de la iglesia si no esta llena del Espíritu Santo no será arrebatada.
Nuestro Señor Jesucristo viene por una verdadera Iglesia y no por una Iglesia descuidada o que no tiene compromiso con el Señor.
Por eso, los que decidan servir a Dios, deben considerar lo que el Señor pide para su Servicio, porque hay muchas Iglesias que ya no son del Señor, sino que ha sido quitado su candelero delante del Señor.
No cualquiera puede servir al Señor y cualquiera que quiera servirlo, tendrá que ser pasado por fuego y ser santificado. Esto lo debe tener en cuenta cualquiera que tambien este sirviendo en este tiempo, porque la condenación va a ser mayor para los que sirvan falsamente.
Si hoy tu tienes en tu corazón servir a Dios, hoy hagamos una oración para que te prepare y cumplas con el propósito de servirlo, repite esta oración:
"Señor Jesus, yo te quiero servir, perdona mis pecados, quita de mí, todo lo que no te agrada y dame todo lo que me hace falta para servirte, llename de tu Espíritu Santo y guíame para enseñar a la gente el camino de verdad y de salvación. Salva a mi familia, a mi iglesia y salva a mi ciudad. Heme aquí, envíame a mi a donde tu quieras y confirmame todo lo que tu quieres que yo haga para tí. Gracias por que ya lo hiciste Amén."
Cualquiera que quiera servir a Dios, debe practicar por lo menos las siguientes cosas en su vida:
1.- Obedecer toda la Palabra de Dios.
2.- Leer la Biblia todos los días aunque sea un versiculo, de preferencia un capítulo diario.
3.- Ayunar con su iglesia frecuentemente, de preferencia un día a la semana, independientemente de los ayunos largos de varios días que el Señor le muestre.
4.- Congregarse sin faltar ningún culto y si es necesario cambiar los trabajos, escuelas u otras actividades que impidan este propósito.
5.- Orar de madrugada todos los dias, de preferencia con la iglesia y ademas, tener una oración personal, aparte de la oración con la iglesia.
6.- Los que no hablan en lenguas, pedir el bautismo del Espíritu Santo todos los días hasta que el Señor los bautice, Recordar que el bautismo del Espíritu Santo, llega en medio de la adoración y se manifiesta si dice rapida y repetidamente ALELUYA, por períodos largos de tiempo.
7.- Recuerden perdonar siempre y pedir que Dios les muestre sus pecados ocultos y luchar contra ellos, renunciando diario a ellos hasta que se vayan y por último pedir confirmación del ministerio en la Iglesia.
Que Dios los bendiga abundantemente a ustedes, a sus familias, a sus iglesias y a sus ciudades para siempre, para siempre. Amén y amén.
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