DIOS ABORRECE

EL HALLOWEEN

Y LAS OFRENDAS A LOS MUERTOS

LO DICE LA BIBLIA...

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¿Porqué Dios aborrece el Halloween?

Porque el Halloween proviene de prácticas y ceremonias que tienen relación con satanás y todo lo que tenga que ver con él, aunque parezca que es inofensivo a Dios le desagrada, ya que ha sido enemigo de Dios desde que se rebeló contra Él en Cielo y desde entonces satanás se ha encargado de poner en contra de Dios a la humanidad, además de engañarla para que así sea condenada y vaya al infierno, por eso prohibió a su pueblo en su Santa Palabra, diciendo en el libro de Deuteronomio cap. 18 vers. 10 al 13: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Dios, cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de tu Dios.”

                                                                    SACRIFICABAN A SUS HIJOS A LOS DEMONIOS
 
En estos versículos se aprecia la voluntad de Dios para evitar que su pueblo imitara a otros pueblos de la tierra, que adoraban a demonios disfrazados de dioses como Baal y Moloc, los cuales hacían que les sacrificaran a todo bebe primogénito, quemándolo vivo.
 

Jeremías cap. 7 vers. 31: “Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al FUEGO A SUS HIJOS y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.”

Jeremías cap. 19 vers. 31: “Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con FUEGO A SUS HIJOS en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento.”

Levítico cap. 20 vers. 1 al 6: “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará. Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre. Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle, entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de él prostituyéndose con Moloc. Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.
Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.”

                                                                                          Dios prohibió invocar a los muertos
 
 

                                                                                        

Y Dios no solo les prohibió que mataran a sus hijos, sino que también no practicaran ni consultaran la adivinación, la hechicería o la brujería, la magia, los encantamientos y el espiritismo que es la acción de invocar a los muertos en reuniones donde los que se manifiestan en realidad son demonios, porque dice en la Biblia que las almas de los muertos no pueden salir de donde están, ya sea del paraíso o del infierno, sino hasta que sea el juicio final de toda la humanidad,

 Levítico cap. 19 vers. 31: “No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.”

Hebreos cap. 9 vers. 27: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el JUICIO.”

Daniel cap. 12 vers. 2: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán DESPERTADOS, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.”
 

La Biblia enseña que hubo un tiempo, antes de que el señor JESUCRISTO venciera a Satanás en la cruz del calvario, en que las almas de los muertos podían salir del Seol (infierno), dado que el diablo gobernaba en la tierra y en el infierno, pero una vez vencido, el señor Jesús estableció la sentencia de que no podían salir más de ese lugar, conforme a su bendita palabra, hasta que se realice el juicio final.

De tal manera que Dios tampoco quiere que creamos en un PURGATORIO puesto que el único lugar para recibir perdón de nuestros pecados y purificar nuestras vidas es en esta tierra, mientras tenemos vida, porque después de la muerte lo que nos espera es el juicio de Dios y ya no habrá perdón por toda la eternidad si no nos arrepentimos de nuestros pecados, que son desobedecer los mandamientos de Dios, mientras estamos vivos. Dios sería injusto, si permitiera que mucha gente que no se arrepintió en vida, después de un tiempo de castigo, recibieran el premio de la vida eterna en el cielo, pero Bendito Dios, él no es injusto y juzga a cada quien conforme sus obras y no tendrá por inocente al culpable

Números cap. 14 vers. 18: “Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al CULPABLE; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.”

Todas esas prácticas ocultas que Dios prohibió a los hombres y de las cuales se derivan otras que la mayoría de la gente ignora, como consultar los horóscopos, cartas astrales, leer las manos, leer el café, leer las velas, jugar a la ouija, hacerse limpias con hierbas u objetos, tener amuletos, toma de brebajes y pócimas de amor y la suerte, baños de temazcal, pedir energía al sol y a las estrellas, la santería, el vudú, la hipnosis, mover los objetos con la mente, y muchos otras prácticas más que existen en estos tiempos y que provienen de poderes satánicos, que son reales, operan en contra de los hombres que hacen uso de esos poderes, ya que Satanás, utiliza esos medios para que la gente desobedezca a Dios y al final sus almas vayan al infierno, además de hacer tanto daño a mucha gente víctimas de esos actos.

Asimismo, el Halloween, es una continuación de la maldad del hombre, al seguir haciendo las cosas que Dios aborrece, ya que las obras de Dios son muy diferentes a las del diablo, porque él vino a hurtar, matar y destruir, mientras que el señor Jesús vino a dar vida y vida en abundancia, ya que las obras de Dios son para bien de la humanidad y él se goza en el amor, en la paz, en el perdón y en la salvación del hombre de todos los males que le hacen sufrir, a través del sacrificio de su hijo Jesucristo, porque al que le recibe como salvador, Dios le bendice con estas cosas y al que no se arrepiente de sus pecados, le vienen todos los males de esta tierra y la condenación de su alma por toda la eternidad.
 

                                                                                               El origen del Halloween

El Halloween en su origen era una celebración del día 31 de Octubre por parte de los Celtas, que vivieron en Irlanda, Francia y Gran Bretaña varios siglos antes de Cristo, que festejaban el fin del verano y la apertura del otoño, que daba comienzo a un nuevo año para ellos. Dicha celebración iba acompañada de la creencia de que los muertos podían regresar del más allá para visitar a sus familiares y comer de los alimentos que ellos les dejaban. Le rendían culto al señor de la muerte, cuyo nombre era Samhain, para ello levantaban fogatas en lo alto de los montes y ofrecían sacrificios de animales y de niños, tal como lo hicieron los judíos y otros pueblos, desobedeciendo el mandato de Dios.
 

En la actualidad, por la ignorancia de la mayoría de la gente, esta costumbre de festejar el Halloween se sigue llevando a cabo para divertirse, pero todavía hay personas que están haciendo estas ceremonias con el mismo propósito espiritual de adorar a la muerte y a Satanás, en medio de sacrificios humanos. Sin embargo, el hecho de que la gente solo se divierta con estas costumbres, no deja de ser una ofensa para Dios, el que ellos participen o demuestren que está bien o que piensen que no es importante lo que Dios prohibió.

Los celtas también se disfrazaban con cabezas y pieles de animales con la intención de que no les hicieran daño los espíritus malos que creían estaban por las calles y por las casas, confundiéndolos de esta manera según su creencia. Públicamente tenían festejos el 11 de Noviembre y a finales de Diciembre con orgias tumultuarias, lo cual habla de su decadencia de valores, contrarios completamente a la Palabra de Dios.

En este tiempo existen numerosos grupos satánicos que practican la hechicería, la brujería, la adoración a la muerte, la magia y muchas otras prácticas ocultas. En esta época del Halloween y especialmente el 31 de Octubre, festejan en todo el mundo el cumpleaños de Satanás en medio de rituales, invocaciones al diablo, excesos de alcohol, drogas, sexo y sacrificios humanos.

Dios no quiere que la gente y mucho menos los niños se contaminen participando en fiestas o eventos que tengan que ver con el Halloween, ya que su origen proviene de ceremonias ocultas, de homicidios y de un gran apego a las cosas que dios aborrece, por lo cual, él nos invita a que vivamos prudentemente en esta época del Halloween, con grande recato a lo que mucha gente llama diversión y sobre todo a que hagamos una campaña personal en contra de esta costumbre que tanto daña a la humanidad, comenzando en nosotros mismos, no participando en esta celebración, de la siguiente manera:
 

1.- Evitar que nuestros hijos hagan trabajos o participen en actividades en sus escuelas, relacionadas con la muerte, con fantasmas, con muertos, con brujas, con el diablo, con zombis, etc.

2.- No permitir que los disfracen de estos seres abominables a Dios en ningún lugar como fiestas, eventos públicos, tiendas comerciales, etc.

3.- Enseñarles a nuestros hijos que a Dios le desagradan estas cosas.

4.- No darles a los niños dulces o dinero en nuestras casas o en la calle, para dejar de estimular esta costumbre en nuestra comunidad y en lo posible, hablarles de la verdad del Halloween.

5.- Que no vean permanentemente nuestros hijos programas de televisión, de internet o películas relacionadas con espantos, de horror o de misterio.

Si es necesario, hablar con los maestros de las escuelas, jefes de trabajos o directivos de instituciones de cualquier tipo y suplicarles que cambien el tipo de actividad por cualquier otra cosa que no tenga que ver con el Halloween, haciendo ver con esto que nuestro deseo no es que dejen de cumplir con sus obligaciones, sino que se cambie el contenido de sus tareas.

En esencia, hay 2 razones poderosas por las cuales, debemos rechazar todo lo que esté relacionado con Satanás y las costumbres abominables que están alrededor de él, la primera, es que el diablo es enemigo de Dios y de la humanidad y la segunda es que solo Jesucristo nos ama, tanto, que murió en la cruz por ti y por mí, en cambio Satanás te odia a ti y a tu familia. Todo lo tiene que ver con él, es para destruir a la humanidad y después, que se pierda eternamente en el infierno. Acuérdate que Satanás es un mentiroso y engaña haciendo creer que lo que hacemos está bien, pero al que debemos creer es únicamente a Dios y él no quiere que participemos de las obras de las tinieblas.

Efesios cap. 5 vers. 8 al 11: “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.”

Hoy di NO, a toda practica que tenga que ver con el diablo, rechaza todo beneficio, todo placer, todo pacto, todo compromiso, toda relación que tengas con él o cualquier cosa que te esté ligando a él; en la sangre de Cristo hay mucho poder para ser protegidos por Dios. No temas, Dios es más poderoso que Satanás y ya fue vencido en la cruz del calvario.

 

      ¿Porqué Dios aborrece las ofrendas

     a los muertos?
 

Al igual que los Celtas, los egipcios, los chinos, los mayas y los aztecas rendían culto a los muertos, acostumbrando darles ofrendas de alimentos y de otros tipos, aunque en diferentes fechas del año, pero teniendo algo en común, que todas esas culturas como los Celtas, no conocían al Dios viviente y menos su voluntad expresada en su palabra, en el sentido de no darles ofrendas a los muertos, porque las ofrendas solo se le deben dar a Dios, porque él es el Creador del Universo y a nadie más de la creación se les deben dar, incluyendo ángeles, santos, hombres vivos o muertos, objetos y aún a los falsos Dioses que se han levantado en la tierra, que son demonios disfrazados de Dioses.

Las ofrendas son regalos dados a Dios como una muestra de adoración a Él, por eso las ofrendas no se le pueden dar a nadie más que a él, ya que él es el único que merece adoración y esas ofrendas pueden ser de alabanza, en obediencia, en perdonar, también en monetario para su obra para que muchas personas conozcan de su palabra o para darle ayuda a los pobres, entre muchas otras formas de tener misericordia hacia los demás.

En la Biblia, se habla del deseo de Satanás de ser adorado aún por nuestro Señor Jesucristo y el Señor le contestó que el único que merece adoración es Dios, dándonos cuenta de que el diablo siempre va a intentar engañar a los hombres para que adoren a cualquier cosa o persona fuera de Dios, incluyéndose a sí mismo, para hacerlos pecar y después que se pierdan sus almas.

Mateo cap. 4 vers. 8 al 10: “Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”

Una ofrenda es el medio que Dios estableció para que los hombres exalten su nombre y el darle ofrendas a los muertos, significa darles una honra que no les pertenece y que no pueden conocer, porque ellos están completamente ausentes del mundo terrenal y no se dan cuenta ya, de nada de lo que sucede aquí en la vida, por eso si alguien quiere mostrar afecto, agradecimiento o reconocimiento como a cualquier hombre, tenemos que hacerlo en vida, expresando nuestras buenas obras con las personas amadas y no esperar a que fallezcan para hacerlo. El regalarles flores, alimentos, obsequios, hacer misas, oraciones, ruegos e incluso el hablar con ellos es completamente infructuoso porque ya no nos pueden ver ni oír y mucho menos disfrutar de dichas cosas porque ellos ya no están más en la tierra y Dios ya decidió que partieran porque su tiempo se acabó para ser perdonados y solo queda esperar el juicio de Dios para esas personas. Lo que hay que hacer es mejor acercarnos más a Dios para que algún día estemos con ellos en el paraíso, creyendo que ellos estarán con nosotros en ese lugar algún día.

La escritura Bíblica nos enseña que a Dios no le agradan las ofrendas a los muertos, lo dice el libro de Deuteronomio cap. 26 vers. 13 al 14: “Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos. No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.”
 

También es aborrecible a Dios, que las personas después de hacer ofrendas de alimentos a los muertos, se los coman haciendo más desagradable su ofrenda, libro de Salmos cap. 106 vers. 28 y 29: “Se unieron asimismo a Baal-peor, Y comieron los sacrificios de los muertos. Provocaron la ira de Dios con sus obras, Y se desarrolló la mortandad entre ellos. ”
Asimismo, los altares a Dios, son los que se levantan para presentar las ofrendas a Él y no deben existir altares para nadie más que a Él en toda la tierra, porque él es el único Dios verdadero y fuera de él no hay Dios, de tal manera que cuando se levantan altares para ofrendar a otros dioses, objetos, personas, animales, etc., es una terrible ofensa para Él, porque lo están menospreciando y comparando con lo que no es Dios y no le están dando toda la gloria y la honra que a Él le pertenece por los siglos de los siglos. Libro de Isaías cap. 40 vers. 25: “¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.”
 

                                                                                        Las ofrendas a la Muerte

En este tiempo, increíblemente, debido a su ignorancia, algunas personas ahora están inclusive adorando a la muerte, no sabiendo que en la Biblia habla que es enemiga de Dios, puesto que atacó al Señor Jesucristo en la cruz del calvario quitándole la vida, creyendo que lo podía vencer. Sin embargo, nuestro Señor Jesucristo la venció al tercer día, resucitando y quitándole todo poder a ella y a Satanás.

La gente ignora que la muerte es un demonio que solo causa destrucción y no puede ni quiere ayudar a la gente como muchos piensan, además de creer que adorándola les puede ayudar, siendo la mentira más grande, ya que no puede ayudar a nadie porque está vencida eternamente y solo desea hacer daño a la humanidad. Los que esperan que les ayude, lo único que pueden recibir de ella es dolor y condenación eterna puesto que cualquiera que se haga amiga de la muerte y de Satanás, lo único que lograrán es hacerse enemigos de Dios. A esas personas que le piden ayuda, tristemente, les va a ir muy mal a ellas y a sus familias, porque le han dado la espalda a Dios.

Ahora, hasta dicen que es santa, ofendiendo a Dios, ya que el único Santo es él y no hay nadie como él. La palabra santidad significa sin pecado y la muerte no tiene nada de santa, sino que está llena de maldad al igual que Satanás y en lugar de adorarla, merece que la reprendamos y la despreciemos por todo el daño que hace a la humanidad.

1ª. de Corintios Cap. 15, Vers. 25: “Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.”
Apocalipsis Cap. 20, Vers. 13: “Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.”

                                                                       Las 3 Ofrendas que Dios manda que hagamos
 

Las ofrendas que Dios ordenó darle en su altar de adoración son principalmente las que habla el libro de los Efesios cap. 5 vers. 2: “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor FRAGANTE”

Con respecto a este texto, Dios ha ordenado que le levantemos 3 altares en nuestra vida, inspirados en la santidad que él quiere de su pueblo, recordando que santidad significa quitando todo pecado de nosotros, en donde le demos la mejor ofrenda de amor en obediencia a su Bendita Palabra.
 
La primera ofrenda es en nuestro corazón, para hacer todo lo que él quiere que hagamos y que amemos y perdonemos a toda persona que nos ha ofendido y que seamos mejores personas, en otras palabras, mejores papás, mejores esposos, mejores hermanos, mejores hijos de familia, mejores estudiantes, mejores empleados, mejores patrones, mejores amigos, mejores gobernantes, mejores ciudadanos, etc., pero sobre todo mejores hijos de Dios. Esta es la mejor ofrenda encendida de amor a Él que podamos darle en el altar de nuestro corazón: OBEDECER A DIOS EN TODO Y DEJAR DE HACER LO MALO, QUE ES, LO QUE NOS DAÑA A NOSOTROS O A LOS DEMAS.                                                                  

La segunda ofrenda es en nuestra casa, que sea el lugar donde habitamos el lugar donde reine y more Dios con nosotros, tratando de sacar de nuestro hogar las iras, las borracheras, los vicios, las malas palabras, el adulterio, la fornicación, los golpes, los programas de televisión y de internet de sexo y violencia , las revistas pornográficas, la música estridente y destructiva, películas de espantos y brujería, los amuletos y todo objeto que sea usado en el ocultismo, etc. y de esta manera sacar la presencia del enemigo de nuestras moradas y en su lugar invitemos a que el Espíritu Santo de Dios este todos los días en medio de nuestras familias. Empezando a darle la mejor ofrenda a Dios de nuestras familias, limpiando nuestras casas de toda impureza espiritual y material, reuniéndonos para orar, para dar gracias por los alimentos antes de cada comida, para leer la Biblia juntos, para unirse cuando haya problemas y resolverlos de común acuerdo y empezar a ayudar a los vecinos de la comunidad en la medida posible con la Bendita Palabra de Dios.
 

La tercera ofrenda es en nuestra Iglesia, aquel grupo de personas que Dios mando levantar en nuestra comunidad para que se predique el Evangelio y realizar la obra de Dios, que es para que la gente se salve de ir al Infierno y prepararse para ser aptos para entrar al reino de los cielos, ayudando a la iglesia para que esta obra de Dios se cumpla en el lugar donde vivimos. Nosotros hacemos ofrenda agradable a Dios, independientemente de todas las ofrendas que se puedan presentar en el templo de Dios, cuando deseamos con todo nuestro corazón servir a Dios, involucrándonos y participando en todas las actividades que ahí se realicen, pidiendo confirmación sobre el ministerio que Dios tiene para nosotros en esa iglesia y preparándose para que algún día podamos cumplir con la misión espiritual que todos tenemos en esta tierra mientras estamos vivos, sin olvidar que nuestra primer misión, por lo cual nacimos en este mundo es nuestra familia. La mejor ofrenda para Dios en nuestra iglesia es servir en santidad en todo lo que hagamos para el Señor y para la gente que nos rodea.

Hoy Dios te habla en esta época del Halloween que no lo festejes, que no te disfraces como lo hace todo el mundo, que no participes de estas cosas que son aborrecidas por Dios, que no hagas ofrendas a nadie más que a Dios, que no levantes altares a nadie ni a nada, sino solamente a Dios, en tu corazón, en tu casa y en tu iglesia y que nos unamos en oración por todas las personas que no conocen del Evangelio, que están perdidas y por los que sufren y no hayan consuelo.

SI tú has practicado cualquiera de estas cosas, haz esta oración y pídele perdón a Dios: “Señor Jesus, te pido que me perdones a mí y a toda mi familia por festejar el Halloween, ofrendar a los muertos o a la muerte y permítenos levantar una ofrenda de adoración y obediencia en nuestro corazón, en nuestra casa, en nuestra iglesia y en todo lugar donde vayamos, SOLO PARA TI, para siempre AMÉN Y AMÉN. ¡QUE DIOS TE BENDIGA A TI Y A TODA TU FAMILIA!